viernes, 5 de abril de 2013

Inunda

Un silencio y otro silencio, un ruido de algo boyando por las corrientes profundas, en mí y en tí mil profusos pensamientos, algo nada, no es nada, apenas es un resto, un misterio, como un ritmo decreciente que cesa, la memoria de una canción oída alguna vez en la radio, un eco del pasado, la canción de cuna y el paso veloz de algo, una jauría o un ave, la voz de un mudo, el sonido de un auto sin batería, ahogado y sin batería, la fé de la criatura de la mirada perdida en su propio final, y el lazo desatado de su vida, una última partícula de vida en su mirada, que desagota el mirar de una vecina agonía, el susurro sin oidos, la mente y la materia confundidas, y la serie de alicaídas caídas, de asaltos y pequeños reparos, este algo inerte o vivo sobre la mesada, cuerpos ancianos, postrados o y tu semblante, con vida, una última vida, y la sensación de perderlo todo, no es nada frente a la de encontrar el nexo, entre el sonido de una palabra y un gesto, algo que empieza, que crece, mientras el agua, ya entra por los intersticios, irrumpe en la casa, cerrada como una mueca, las ventanas y las puertas y las compuertas y las exclusas, ya cerradas, tapiadas, y sin embargo el hilo se filtra, la rajadura, anuncia y se abre la herida, la sangre mana, la corriente irrumpe, la ola arrastra innumerables cosas, basuras y todo tipo de seres y enseres.

miércoles, 3 de abril de 2013

martes, 2 de abril de 2013

Iguana

Ahí inmóvil como hace miles de años, las móleculas de la iguana, oyen el sonido inmemorial de los cuencos, sonidos lemúricos, pasaje a otra vida.

Sueño

Soñar en el vértigo, con el Ser. Verlo, casi tocarlo o estar frente suyo, en extásis con el Ser.

Ablución

Al amanecer el agua devuelve el rostro que el sueño veló. Buceando en el lavatorio descubro uns faz alta y especular. La aventura de purificar el cuerpo al alba atrae aves. Un compartido rito nos unirá por un rato más... ¿Cómo podría no unirnos el placer de empezar a gozar el misterio inmemorial de contar una y otra vez la arena musical, cuando oración tras oración, cruzamos palabras en desiertos de amor...? Nada nos toca salvo el agua sagrada en danzante ablución.

Nuestras manos

Un tiempo de espera. Un compás. ¿El sentido de un giro? Las vueltas de las manecillas. Nuestras manos que giran jamás se estrecharon. Y sin embargo las manos pulsaron las teclas que tramaron los mensajes y nos unieron. El agua clara de una clepsidra. Viajes en el tiempo y en el espacio. Voces y miradas. Las letras también las tienen. Miradas silenciosas, un eterno retorno. La poesía de un encuentro últmo y primero. Aunque todos los diálogos se borren el afecto queda grabado en el disco duro del universo. La estación donde iniciamos nuestro viaje es acá, más no sabemos donde empalmaremos el próximo tramo o recorrido. Es recíproco, me dijiste.

Poema

EXPRESION XILOGRAFICA TAM TAM TAM, suena el tambor del ANGEL DE LA TARDE , que anuncia al sol destellante SILENCIO DE TU CABEZA EN MIS RODILLAS INCREIBLE MOMENTO QUE NO VOLVERA SIEMPRE VOLVERA, ESTA DENTRO MIO

Serpiente

besa la serpiente que se enrosca en tu cuello perfecta amante trepidante y silenciosa retorciéndote de dolor y de placer ambivalente este mundo esta serpiente siente presiente su lento tridente neptúnico en tus ojos hundirse en tu garganta el beso el beso oh el beso de la muerte que da la vida entre sus fauces y tus dientes oh la sierpe la antigua serpiente que tentó y tentará tu alma cuando quieras tomar la fruta del árbol de la vida no es culpa suya ni tuya sino del beso de la serpiente selvática paradisíaca

Deshabituarse

Deshabillé de ideas que uno se pone al despertar o dormir. Es el sopor del torpor del cloroformo que nos dan los burócratas. Suspiro por un otro modo de suspirar sin el lazo virtual. Hubo tiempos en los que guardaban sus lágrimas en cristal. Arcas donde el tesoro se amonedaba de pensamientos. Bienaventuranzas en la cima de una montaña sapiencial. Increíbles libros de consejos eudemonistas para niños. Toma tu libreto y estrújalo entre tus harapientas manos. Una vez hubo un yo pero es un muñeco dispuesto a arder. Alta llama será la hoguera yoica cuando la quememos. Rota la rueda girará sobre el precipicio sinfín del misterio. La oscuridad de la veta del pensar dejará paso a la del sentir. Oh no te olvides de deshabituarte.

Inspirado por La Tarde

Lo importante es cultivar la rosa y no la espina.

Oh Noé

"Oh dejame entrar en el arca no tengo pareja soy solo soy solo yo ¿cómo que no? ¿por qué no Noé? Soy solo, solo soy. No es excusa Noé. No tengo par. Nací de un huevo alquímico. No tengo nombre no soy hombre ni mujer, soy yo. Noé no soy hembra ni soy macho, dejame entrar Noe por favor, está lloviendo fuerte ya no quiereo perecer sola (o solo) oh no sé Noe ¿por qué me creó Dios, Noé? Dejame estar al calor de los demás, estoy aterida (o aterido) Ya no sé Noé. Ya no sé que será de mí cuando el diluvio arrase con todo. Piénsalo Noé si yo perezco no habrá una especie quizá la que mas tuvo fé."
Experiencia: tirado mirando el cielo y oyendo "Desertshore" de Nico, las nubes eran temas, y las canciones otros cielos. Surgió lo inconmensurable. Hubo máscaras-nubes. Hubo cielitos infantiles. Capas de capas de nubosidades. Una sinestesia sin anestesia.

Genealogía del Mate

Oh mate caliente dulce y cebado por mi madre infusión de los días porvenir... Para curar la calabacita, mi abuelo, ponía una brasa de carbón encendida y luego yerba y azúcar, para que se quemasen, largando un humito, moviéndolo lentamente para atraer las futuras cebadas, curar al mate que cura.

Mensaje

Nos queda convertirnos en lo que amamos. Reconocernos en los otros. Volver a fundarnos, lejos, ahí donde podemos reencontrarnos. El mensaje no se pierde. La carta llega a destino. Y se asegura la continuidad de las cosas más puras y elementales.

Cuento (escrito con Abel Azcona)

Ya no quedaban lágrimas. Únicamente el miedo de no poder volver permanecía en el interior del espíritu de aquel maldito muchacho. Pánico a no encontrar de nuevo ese camino que le llevaba a la salvación. Por eso optaba por mirar hacia otro lado. Miraba pantallas, vidrieras, opacas o traslúcidas, miraba desde dentro o desde fuera, pero siempre había algo que se interponía entre su mirada y lo que deseaba no ver. De nuevo presente entre mirada y objetivo, estaba ese temor al no retorno. A no volver a poseer la ternura de aquellos labios olvidados. Auto culpándose del abandono de forma continúa. Ya no veía. Aunque en realidad aquello era el menor de sus problemas. (El otro lado no siempre está en otro lado, solo está en los espejos) Los espejos del muchacho, algunos velados en su propia casa, a fin de no ver la metamorfosis del rostro, y sin embargo su fascinación por los reflejos, lo hizo llevar varios espejos, con muchos tamaños y usos (el del bolsillo, por ejemplo, le servía para ver a aquel personaje oculto que de tanto en tanto lo seguía) Pero en realidad las dudas seguían presentes. Una vez había prostituido su mente, ya no podía concebir cual era el personaje real y cual el ficticio. Tenía reflejos, pues era humano. Pero desconocía totalmente la diferencia entre el reflejo falso y el verídico. Cuando un hombre juega a diario a ser lo que es, la propia mimetización con un nuevo alter ego llega a confundir al propio protagonista de la mentira. Confundido, desorientado, vagaba por los alrededores de las tabernas, sin animarse a entrar, por miedo de que el Doble, el otro, estuviese ahí, bajando la mirada e invitándolo a tomarse un trago... con él mismo. El alcohol facilitaba el otro yo de aquel maldito muchacho. Por esa razón aquel personaje anterior, el prohibido, el olvidado, probablemente permaneciera atado siempre a aquella botella de aguardiente que ayudaba a ser un sujeto diferente. Zas! Se golpeó la cabeza, ya recordaba! Una vez de pequeño su madre lo sostenía en brazos, detrás de la ventana, ella esperaba, a que llegara el padre, borracho perdido, para escaparse con el niño, y evitar al marido. Pero cuando apareció la sombra del hombre, la mujer desesperada, tomó al niño, y al querer salir, pegó su cabecita contra la ventana. Perdió el conocimiento. Únicamente recuerda que lo llevaron a una casa de acogida religiosa, donde tuvo que rezar por el fallecimiento de sus padres. Una asesinada, el otro también apareció muerto. Aunque nunca se supo que ocurrió realmente con su padre biológico. En la casa religiosa se hizo amigo de un seminarista extraño, que tocaba el piano y le hacía leer las genealogías del Génesis. Fue su primera experiencia sexual. Todavía siente el olor de su sexo en su boca. Ese olor a sotana o a sótano. A sot ano, en algunas ocasiones. "He pasado treinta años de mi vida deseando apasionada, ciegamente, que las cosas sean diferentes de lo que son”-se dijo una vez. Aunque en realidad era consciente que a pesar de no ser quien verdaderamente era, había tenido vivencias y oportunidades que habían hecho de su vida una experiencia realmente satisfactoria. Con esta idea en mente, empezó a caminar rápidamente hacia el lago. Solo con la idea de mirarse reflejado y ver que era lo que iba a encontrarse. La mañana era fresca y ligera pero las aves estaban calladas. Qué bello silencio, pensó. Pero sus propias palabras lo sacaron de su ensoñación. Tomó una piedra y la tiró al lago. Las ondas concéntricas daban forma espiralada a su figura de maldito muchacho. Se acercó más al lago, mientras los círculos se iban aquietando, no ya debido a la piedra, sino a su propia presencia. Su miedo, su yo prohibido estaban al otro lado del agua. Le observaban. "O me voy con él o él se viene conmigo o nos separamos" Recordó que aquel ser era su conciencia, ese torvo espectro cristalino. Después de varios minutos se desnudo, exteriormente ya que interiormente se sentía desnudo hace tiempo, y se lanzó al agua. Su cuerpo pequeño floto un poco, mientras sentía la dulzura del agua, las plantas (o algo) lo rozaba entre las piernas, algo mórbido y delicioso, su cabeza flotó hacia atrás, así vio el cielo, y sintió como la presión lo jalaba hacia abajo, su visión se tornó submarina. Dentro del agua al contrario que en el exterior, no se ahogaba. Se sentía el mismo, no necesitaba verse reflejado en nada. Sabía quien era. Era consciente de sus sentimientos y de su realidad. El agua fluía por su cuerpo y purgaba su alma. Se sentía limpio de miedos y lo más importante: del pasado. ¡Ya no quedaban lágrimas, todo era líquido! Ese camino de agua supuso su salvación. Su cuerpo se estremeció. Orinó dulcemente y sus piernas captaron el cambio de temperatura. Como un ser amniótico, se tomó a una especie de liana y recobró la memoria prenatal. Asido al cordón, ligado al suelo del lago, se quedó ahi, arrullado por la corriente de la vida. En el exterior nunca más se supo, en el interior solo agua, ya no se veía culpabilidad. Su desnudez le reveló la fragilidad milagrosa y vertiginosa de estar vivo y el agua le enseñó que su piel podía diluirse en el espacio y con ella la culpa. Su cuerpo que hasta entonces había sido un nudo de nervios se convirtió en milagro.

SALTO AL MISTERIO

S e percibe el armacabezas de la memoria A l lado de la última pieza tu cuarto ahora L a delicadeza de la lluvia y los perros dormitantes T amaña hazaña ser uno en pacífica lucha O reposar el silencio del lento misterio... A veces salta en una línea de un libro o de una mano. L os mendigos de las ruinas absorven sus rayos como M ensajes encapsulados, en suspiros y melodías... I mantan la tarde, no hay nadie más aquí. S iéntelo, palpita bajo tu piel, el poema no escrito T iene el color del bosque en sus ojos: E zequiel, Ezequiel te reclama en calma... R omero es tu destino, continúa el camino... I nmediatamente comprendo y retomo la vida O lvido el pasado y salto al misterio.

Texto a dos manos o más

El ruido cuando te escribo. O cuando escribimos. El ruido. Ese ruido. Ese intermitente ruido. El tiempo es un ruido. El tiempo que tarda en llegar tu escrito no me hace ruido. Es el ruido. Derruídos, nos encontramos para construir algo. Un vínculo por la escritura. Una poética del ruido. Aquí en mi casa, a la noche, cuando ambos podemos nadar en otros sonidos. Las palabras son sonidos, son idos. Jugamos con los significantes. Y con las ideas. Con las canciones también o con el silencio. ¿Pero existe el silencio? ¿O es solo ruido? El emisor solo emite y el receptor, recibe? ¿Y qué pasa con el canal? Y así con todos los elementos del circuito comunicativo. Pero quizá habilitemos también otro tipo de transmición. Por estos lares, habilitando nuevas formas discursivas. Una investigación en simultáneo. ¿Y qué pasa con el deseo? El deseo de escritura o el de investigar en uno mismo. O en el otro. Noches de escrituras en los muros nos unen. El ruido. La acción de apretar la tecla equivocada. Links que nos seducen, interrumpen o no, es intermitente, y radioactivo este medio en el cual escribimos a la distancia. Radiactivo porque nos contamina de todo lo demás, con multiples posibilidades, es que casi todo te lleva a otra parte sin necesidad, no terreno solido donde apoyar sin terminar en otra página. Es un medio de naturaleza dinámica, lleno de trampas y de riquesas. Asi como también es posible perderse o silenciarse en la desconexión, por ejemplo cuando se pierde la señal. ¿Por qué se pierde la señal? Me gusta esto de pensar en el deseo, que es propio y es ajeno. Si esto es una interfaz, una página web, llamemosla plataforma Eze, como si fuera una nave, ¿Esta nave nos lleva a donde queremos? ¿Son nuestros estos deseos? ¿Ruido y deseo configuraran algun tipo de transmisión particular, tan radiactiva y magnetizante que nos tiene pegados a la pantalla? Algo se acelera, se intensifica. Se vuelve viaje en una nave. Viaje compartido en una frecuencia que cada vez se sutiliza. Por ejemplo ahora no me anda el acento, la tecla y me veo forzado a buscar palabras que no tengan tilde. Aunque claro todo tiene un acento. Nuestro deseo tiene un acento, que se escribe o no. Volviendo a la nave, no hemos bajado. Cuando bajemos, ha de ser otro viaje. El tema de la interfaz del deseo me interesa. Todo lo estable se desvanece en el aire. Acaso la nave -nuestra nave- sea eso, un deseo por el viaje de la escritura. ¿Donde nos lleva? ¿O si vamos bien? Eso nos estamos preguntando en esta metaficcion.Este medio moldea el deseo de nuestros afectos y nosotros tenemos afectos que se diferencian de este medio. La nave es la coincidencia. Es fácil encontrar naves con quien ir pero dificil es mantener el viaje duradero en el tiempo. Todo tiene una perdurabilidad. Creo que este medio se caracteriza por esta razón, el vencimiento se acelera, se intensifica cada vez más. Lo antiguo queda abajo de la linea de tiempo, esta linea vertical, que va hacia el centro de la tierra. Este libro se lee hacia arriba y hacia abajo. El tema de la interfaz del deseo me encanta, el diseño del deseo echo interfaz, construye/define/normativiza comportamientos de escritura. Este viaje es rico, el paisaje esta cargado de espicimenes que muchos vieron, pero que aun nadie ha podido mostrar a los demás. Somos los Darwin, en busca de los nuevos mensajes que van surgiendo, nuestras antenas están encendidas, esperando señales.Somos corresponsales instantáneos. Antes las cartas y los mensajes tardaban días, semanas y a veces meses o más. Ahora, segundos. Una intensificación del tiempo. Pero la nave es la imaginación, puesta en acción y en acto por el deseo de imaginar mundos. Las circunstancias que operan estas escrituras son antiguas y nuevas, deudoras del libro y de la interfaz. El libro aún dura, perfecto artefacto. La interfaz a veces es un disfraz, pero más allá del enmascaramiento virtual están nuestros rostros. Hay cosas que llegan rápido y otras tardan, hasta nunca llegar a destino. La nave surca los climas propios del medio. Atraviesa pantallas, para llegar a las mentes, y germinar de imaginación mentes y manos que continuaran escribiendo. Si el ruido son los renglones por donde circula el deseo, la nave es el impulso por descubrir que hay al final de la página que cierra a este libro.A veces pienso que nos leemos o nos escribimos o nos hablamos como si estuviéramos un poco por sobre el lenguaje, o será que es un efecto de este modo del lenguaje? Cosas que pienso, vos la pones, o cosas que vos vivís, yo las escribo. Ese tipo de cosas que me recuerdan a Cortázar, aunque recién con tu mención a la última página del libro pensé en el libro de arena, del cuento de Borges, que es un objeto infinito. ¿Unimos este texto a ver que queda? Sí, unámoslo.

Su silencio no molesta

El sábado 23 mi amigo y yo estabámos tomando mate en los Bosques de Palermo a eso de las 20 hs, ahí al lado del Ciervo de Bronce, y de repente vemos que detrás de un edificio que hay ahí (creo que es un museo) dobla un auto a todo lo que da con sus intermitentes luces azules. Era un patrullero, del cual bajan dos policías y empiezan a preguntarnos qué hacíamos ahí, que si no sabíamos que ahí era inseguro y que nos exponíamos. Luego nos piden documentos y mientras los revisan nos cuentan que ese lugar la gente lo usa para drogarse. ¿Ustedes no tendrán marihuana, cocaína o alguna otra gilada, no? Nos revisan los bolsos, no encuentran nada. El oficial se dirige a mí y me llama por mi primer nombre: "Carlos, ¿puede revisarte los ojos? Accedo, en ese momento ya no se veía mucho, y me dirige una linternita azul justo en la pupila. Como ya no tenían mucho que hacer se retiraron, no sin antes recordarnos que ese lugar era inseguro, aunque no había nadie y bueno, los únicos que estabámos éramos nosotros y ellos. !Claro que juntamos todo y nos fuimos! A ver si seguían bajando de los árboles a cuidarnos. Un día antes del 24 de marzo me quedo una sensación rara, como si hubiese vivido algo, muy lejano y a la vez muy cercano, eso de que aparezca un auto de la nada, te revisen, pero claro nadie me secuestró nadie me mató nadie me violó, y sin embargo algo me resonó muy dentro.

Nocturno

Una noche en una estación de servicio, esperando que abriese la estación de trenes, frente a un café y mi diario, escribiendo y dibujando, pasaban una película de Stallone, en dos televisores, enfrentados y al lado un espejo. Qué shock de realidad pero ni eso pudo disipar la irrealidad.

Vecindad

Si yo fuera tu vecina blanca, te golpearía la cabeza y diría: ¿Por qué tanto ruido? Si yo fuera tu vecina negra, me acercaría y te susurraría: ¿Por qué tamaño silencio? Si yo fuera tu vecina maga, te alimentaría.

Estrella

La otra noche regresaba a tomar el tren de 1.30 en Retiro. Cuando estoy por llegar levanto la cabeza, y veo una estrella fugaz. Fue la más cercana que vi en mi vida. Una gota de luz de fuego que se tragó el aire. Quedé boquiabierto y pensé en nosotros

Shapeless in the dark again

domingo, 13 de enero de 2013

Gitanos

Los gitanos nos cantan sus cantos mágneticos. Los gitanos y sus encantos, los sortilegios. Una luna nueva donde renovamos todo. Aprender por corazón amarte. Pozo natal del cual renazco, agua de la cual fluyo, aire circulando en sus remolinos azules.